Los quesos frescos están preparados para comer en pocos días después de su elaboración. A pesar de su juventud, son capaces de desarrollar matices que van desde refrescantes a cítricos o ácidos, también notas lácticas, dulces o alimonadas
Estos quesos se han dejado madurar a una temperatura y una humedad controlada. Le permite desarrollar sabores suaves que van desde notas a champiñón y mohos y notas un poquito herbáceas. Suelen ser quesos cremosos la gran mayoría y muy fundentes en boca.
Estos quesos son los que más varían en aspecto, en textura y en color, ya que podemos encontrarlos elaborados con leche de vaca, de cabra, de oveja o incluso mezcla. También de diferentes tipos de cortezas, desde cortezas enmohecidas, a cortezas lavadas. Suele ser el queso que más se demanda en la tienda.
En este apartado encontraremos los quesos de sabores incluso astringentes. En su mayoría casi todos son quesos azules, ya que el Penicillium roqueforti le dota al queso de un sabor picante y de una intensidad sin igual. Aunque también podemos encontrar otro tipo de quesos curados en los que se desarrolle esa astringencia característica.
En este apartado encontraremos los quesos de sabores incluso astringentes. En su mayoría casi todos son quesos azules, ya que el Penicillium roqueforti le dota al queso de un sabor picante y de una intensidad sin igual. Aunque también podemos encontrar otro tipo de quesos curados en los que se desarrolle esa astringencia característica.